Así se sumó para "cumplir el sueño" de volver a jugar después de cuatro años. Pero no se quedó con ese "premio": se enchufó y se comprometió tanto con la causa que apenas pisó el vestuario y la cancha se convirtió en líder y referente de todos. Le duele tanto este presente de River que vive para cambiarlo. Graba los partidos, los analiza, da consejos, habla con el DT, con los directivos. Es mucho más que un ex jugador.
Fuente: Diario Olé
Un River decadente debe recuperar la grandeza
Hace 21 horas