martes, 29 de septiembre de 2009

El impacto de Olivos

Las elecciones y el viaje a Sudáfrica relanzaron la pelea por el poder Borracho: la banda del Oeste atacó a la barra oficial y le robó 4 bombos en la zona Norte.

El valor de imponerse en esta guerra de guerrilas es tan simbólico como el de los objetos con los que se alzaron los triunfadores. Porque los cuatros flamantes bombos con el 14 marcado a fuego, los dos redoblantes y ese bolso con tirantes no significan tanto si se miden en términos de dinero. Pero si se contabilizan en términos de poder, en cambio, se cotizan mucho más.

El ataque de la banda del Oeste a la barra oficial que lideran Joe, Martín y Caverna, el domingo después del partido en la zona de Olivos, adquirió una relevancia mayor porque, además, se convirtió en el primer capítulo de una nueva zaga en la interminable historia de la lucha por el poder de los Borrachos del Tablón. Aunque no hubo denuncia formal, fuentes oficiales le confirmaron a Olé que la pelea en la que quienes hoy dominan los paravalanchas en la Sívori alta salieron heridos fue tan intensa que, por llamados de los vecinos, tuvo que intervenir un móvil de la comisaría 1° de Vicente López. Los agentes llegaron cuando había pasado todo. ¿Qué es todo? El robo, la rotura de los vidrios de la Traffic en la que viajaban Martín y los suyos y las agresiones que recibieron los ocupantes de los cuatro autos que la seguían. ¿Quienes los agredieron? Unos 15 integrantes del grupo del Oeste. Estos últimos, autodenominados "los verdaderos Borrachos" y en su momento ligados a Alan Schlenker, están reclutando gente para recuperar el terreno que perdieron después de la tremenda paliza recibida en la batalla de Liniers, antes del partido con Arsenal, aunque saben que aún no les da para volver a mandar en la tribuna.

En el medio esperan agazapados los de Hurlingham, al mando de Cuqui, quienes están negociando con hombres ligados a Adrián Rosseau para sumarse a una lucha en la que, a dos meses de las elecciones y a nueve del viaje a Sudáfrica, ya se largó el todo contra todos.

Con bombos y platillos.

Fuente: Diario Olé