Pasaron casi dos meses desde que el doctor Luis Seveso releyó una y otra vez los resultados de ese análisis de rutina que tenía en sus manos. El médico debió aceptar la realidad. Y trasladársela a Juan Marcelo Ojeda. "No me lo esperaba, sobre todo porque sale de un análisis de rutina... En el momento en el que me lo dijeron, fue fuerte...", repasa ahora el arquero de River.
Su transferencia al Atlas de México se cayó, en Núñez decidieron otorgarle una licencia, y la alarma se apoderó de los pasillos del Monumental. "Cuando los médicos me dijeron que era algo más tratable y que no iba a tener problemas, me quede más tranquilo". "Tampoco sabía si podía seguir jugando. Pero por suerte, una vez que me dieron la medicación, vi que iba evolucionando, y después recibí el alta para empezar a entrenar, que es algo que me alivia mucho". "En ese momento no me puse a pensar en atajar, en lo laboral, en esto que hago todo el día y que es lo que me da de comer... Pensé en mi salud, en mi familia, en mi novia".
Por eso ahora practica casi a la par de sus compañeros. "Enseguida me dijeron cuáles eran los pasos a seguir, la medicación que tenía que tomar y que iba a poder tener una vida completamente normal. No sabía si iba a poder volver a jugar, pero me dijeron 'tenés esto, hay que tratarlo con esto y con esto', y eso me dejó más tranquilo". Y con el mismo perfil bajo que tuvo siempre, casi sin querer, deja un mensaje: "Trato de disfrutar de cada momento".
Fuente: Diario Olé