Recién habían pasado 15 minutos del inicio de la práctica formal de fútbol. Y aunque Oscar Ahumada no había tenido mucha participación en el juego, Néstor Gorosito se dio cuenta de que algo no andaba bien con el volante central. Por eso se acercó y después de preguntarle cómo estaba, decidió hacerlo salir. Porque todavía sin saber que lo de Paniagua estaba cerrado, Pipo se quedaba sin un volante central que le transmitiera confianza para recibir a Lanús, el miércoles a la noche, por la Sudamericana. Una baja clave.
Cuando el entrenamiento ya había terminado y el tobillo derecho del ex capitán había sido revisado por los médicos del plantel, Gorosito respiró un poco más tranquilo al saber que infiltrándolo, Ahumada podría jugar. Y, por ende, que no necesitará hacer experimentos en la mitad de la cancha. Es que con Nicolás Domingo lejos de sus preferidos, el entrenador probó con Mateo Musacchio en esa posición. Y no terminó conforme, ya que a pesar de sus ganas y esfuerzo, al central todavía le cuesta acostumbrarse a jugar en ese lugar del campo. Lo que no le arrancó una sonrisa fue el funcionamiento general de los titulares, que empataron 1-1 (gol de Fabbiani) pero no anduvieron bien.
Fuente: Diario Olé