El equipo de Gorosito llega esperanzado de la mano de los ídolos, pero diezmado por la ausencia de refuerzos. Por su parte, el Granate sufrió bajas cruciales como las de Sand, Valeri y Bossio, y Salvio también podría irse. Aún así, el aspecto positivo del plantel de Zubeldía es la capacidad de generar juego que encuentra en sus jugadores. ¿Cuál llega mejor? River perdió con Almirante Brown y Lanús no pudo ganarle a Defensa y Justicia. Difícil.
A cinco días del inicio del semestre, prácticamente no queda margen para lograr aquellos cambios que no se consiguieron durante la pretemporada. Cómo llegan River y Lanús al partido del próximo miércoles en el Monumental, por la primera fase de la Copa Sudamericana. Una copa que el club de Núñez necesita ganar como sea luego de 12 años sin títulos internacionales y que el conjunto del sur ansía alcanzar para volcar en el plano continental todo lo que consiguió en el ámbito local durante el último tiempo.
Por el lado del equipo de Néstor Gorosito, se destaca el optimismo que generó en el plantel el reencuentro de Ortega y Gallardo. No sólo por el buen clima interno, si no también por la expectativa deportiva que los ídolos despiertan. Es que si algo le faltó a River durante el último año fue un jugador capaz de hacerse cargo del grupo dentro de la cancha, de la conducción. Y al Muñeco ahora se le asociará el 10 que mejor condujo a La Banda desde mediados de los noventa hacia delante: el Burrito. Por eso, -en la previa al inicio del semestre- al menos da la sensación que la calidad de juego está garantizada.
Fuente: LPM
Un River decadente debe recuperar la grandeza
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