Cohene Mereles dejó una grata impresión. También es paraguayo, y alto, y con buen cabezazo, y de 22 años. Pero es defensor, claro. Y a él no lo fueron a buscar como a Pablo Velázquez, sino que llegó a River a prueba. En las dos prácticas que lleva ante el ojo de Gran Pipo, el guaraní entregó señales de ser un central aguerrido, que va bien de arriba y que, lejos de ser un dotado, no se sonroja si hay que reventarla.
En el fútbol reducido de ayer, se ubicó a la izquierda de Nico Sánchez y supo bancarse la potencia de Fabbiani. Por lo pronto, Cohene Mereles dejó una grata impresión en el cuerpo técnico, pero nadie quiere apresurar su evaluación.
Fuente: Diario Olé