A pesar de contar con un amplio plantel, apenas 5 jugadores pertenecen en un 100% al club. Del resto ya cedió varios porcentajes... Y no sólo para la pintura.
"Dueños", así llama a los socios el candidato a presidente Mariano Mera Figueroa. En base a esa palabra rondó toda su compaña, remarcando la propiedad que poseen sobre el club los que pagan la cuota. Pero no todo lo que hay en el Monumental le pertenece a River. Y más si se habla de los jugadores que integran el plantel profesional. Porque entre venta de porcentajes, convenios con los clubes de origen de los futbolistas y los que están a préstamo, apenas cinco son 100% millonarios. Del resto, River sólo tiene partes.
La cesión de porcentajes de los pases de Abelairas, Domingo, Barrado y Gustavo Fernández para garantizar el pago de la mano de obra para pintar el estadio volvió a instalar un tema delicado: ¿a quién pertenecen los derechos económicos de los futbolistas? Un detalle muy importante para los números de River que cerró su último balance con un déficit de 41 millones de pesos (el primero en rojo en los últimos ocho años) y que tiene presupuestado vender por más de 55 millones en el ejercicio que finalizará en agosto del 2010, ya con las nuevas autoridades en la conducción del club.
Diego Buonanotte es el emblema de los pocos que no están fraccionados. De pies a cabeza, aunque el recorrido sea bastante corto, el Enano le pertenece a River y es quien más efectivo puede generar hoy con una transferencia. De hecho, hay varios clubes mexicanos (América, Cruz Azul y Tigres) que ya están merodeando para subirlo al avión antes de fin de año. La lista de los otros enteros está compuesta por dos arqueros (Vega y Ojeda), un ídolo ya sin poder de reventa (Ortega) y Mauro Rosales, sin contar a los juveniles (ver A los pibes...). Abelairas y Barrado eran otros dos que no habían sido fraccionados hasta la reciente cesión para pintar el Monumental.
La lista es más larga cuando aparecen las divisiones de porcentajes. Un caso conocido y que también generó revuelo fue la operación con el Villarreal, hace un año, por la que River cobró nueve millones de euros a cambio del 50% de Abelairas, Cabral, Ríos, Bou, Lizio y Oliva. En el caso del Pitu, en Núñez habían recuperado esa mitad con la cesión del 35% de Mateo Musacchio. En vez de cobrar 450.000 euros, los españoles le reintegraron la porción que tenían de la ficha del zurdo. Y llamativo es lo de Ríos: el club, por supuesto, posee los derechos federativos, pero apenas le queda un 20% de los económicos, ya que entre sus dos representantes se reparten el 30% restante.
Hay otro grupo de futbolistas a los que nunca se les compró la totalidad de sus pases. En aquel combo que también incluía a Marco Ruben y Ojeda, River se quedó con el 80% de Villagra. Y de Quiroga (tenía el pase en su poder), Sánchez (Chicago), Archubi (Macabbi Haifa o Pinhas Zahavi), Galmarini (Tigre) y Andrés San Martín (dueños varios) se adquirió el 50%. Los otros casos tienen aristas particulares: los de Domingo y Mauro Díaz son los típicos convenios, cada vez más habituales en el fútbol argentino, en los que se les reconoce una parte de los derechos enocómicos a sus clubes de origen. Y que Ahumada posea un 25% de su propio pase fue parte del acuerdo que cerró el volante junto con la renovación de su contrato para no quedar libre a mediados del 2008.
Y el más emblemático de todos los porcentajes es el de Paulo Ferrari. Porque así como pasó hace tres meses con Augusto Fernández, cuando los dueños de la ficha del rosarino decidan llevárselo, River no podrá oponerse ni le quedará un peso. Hace un año se lo vendió a una empresa (Air Photo Publicity) que a su vez le cedió sus derechos a otra (Beaufort y Balmer S.A.) y sólo sigue vistiendo la camiseta de River Parte (Plate, perdón) simplemente porque el club aún mantiene sus derechos federativos...
Fuennte: Diario Olé
Un River decadente debe recuperar la grandeza
Hace 21 horas