En un principio, Aguilar integró el grupo de los seis equipos grandes que exigían mejoras en la división de los ingresos. Pero a la hora de la definición, se desligó del reclamo y River se terminó conformando con poco menos de 31 millones, como pretendía Grondona. Aunque el club de Núñez pudo exigir 45… ¿Cuánto habrá incidido en esto la relación del presidente millonario con el mandamás de la AFA y su cargo de abogado en la FIFA, el cual continuará pese a dejar el sillón de Núñez?Cuando la televisación del Fútbol Argentino estuvo a cargo de TSC, River -al igual que Boca- se llevaba el 11 por ciento de los 190 millones de pesos que había para repartir, o sea cobraba alrededor de 20 millones. Pero cuando la AFA decidió interrumpir ese contrato por considerarlo completamente desfavorable y le concedió los derechos al Estado, la casa madre del fútbol avisó que -a través del acuerdo con el Gobierno- pasaría a embolsar los famosos 600 millones de pesos. Aunque, finalmente, esa suma devino en 415 de un día para el otro y sin explicación mediante.
Tal cual lo hizo Julio Grondona a la hora de plantear cómo se iba a repartir la nueva suma. Bajo el lema “La plata la conseguí yo”, el vicepresidente de la FIFA planteó que a esos 415 millones les iba a restar los 190 que ya venían percibiendo los clubes (los cuales se iban a seguir repartiendo según los porcentajes anteriores) y otros 25 millones que iba a absorber la AFA para hacerse cargo de los operativos policiales. Por lo que al fin de cuentas, el nuevo acuerdo sólo dispondría un ingreso extra para los clubes de 200 millones, que -por determinación de Grondona y el Estado- se repartirían en partes iguales para cada institución.
Eso generó que los seis equipos grandes (River, Boca, Independiente, Racing, San Lorenzo y Vélez) pusieran el grito en el cielo. Es que, amparándose en rating, marketing, entradas vendidas, indumentaria, merchandising y publicidad, fundamentaron que son los clubes que más dinero generan para el fútbol local, y al mismo tiempo los que más costos que solventar tienen, como por ejemplo en infraestructura, donde River pasa a ser un estandarte de ello. Así las cosas, Aguilar se encumbró como uno de los principales opositores a la postura de Grondona, junto a Julio Comparada y Jorge Amor Ameal.
Porque River iba a pasar a percibir un 7,4 por ciento sobre esos 415 millones, cuando bajo el acuerdo con TSC recibía el 11 por ciento de la torta. La cual era menor, es cierto, apenas de 190 millones, pero representaba una división acorde a la magnitud de cada club. Sin embargo, justo cuando el Comité Ejecutivo de AFA (integrado por los presidentes de cada institución) se reunió para avalar y votar a favor de la decisión de Grondona, Aguilar dio marcha atrás con su postura. Primero intentó postergar la reunión escudándose en que quien debía representar a La Banda era el próximo presidente del club millonario, aspecto que no tuvo en cuenta a la hora de decidir la forma de pago a la empresa que pintó el Monumental, y después terminó alegando enfermedad, para enviar a Julio Macchi en representación suya.
Todo eso, pese a que al grupo de equipos grandes había acordado no presentarse para demostrar su disconformidad y mantener su reclamo vigente. Pero Macchi, al salir de la reunión, terminó por confirmar que Aguilar había cambiado su posición al mostrarse “conforme” con el reparto. Así, River se aseguró cobrar sólo 30,6 millones de pesos, cuando en el mejor de los casos bien pudo haber alcanzado los 45. Mientras, equipos recién ascendidos como Atlético de Tucumán, donde su presidente se jacta de tener un equilibrio económico desde hace seis años y manejar un presupuesto anual de 18 millones, percibirá 16,9 millones…