Como a Astrada no lo convence la posibilidad de viajar a Salta, River haría la pretemporada en el complejo de Almeyda en zona Norte. ¿Algo más tiene que aportar?
Me cuesta ser un jubilado de 35 años".
Esto es lo que decía Matías Jesús Almeyda en la edición número 186 de La Revista de los Countries de Tigre. Transcurría junio del 2009 y, por ese entonces más cerca de la Para Ti que de Olé, el Pelado contaba cómo soportaba sus días sin fútbol, a la vez que destapaba un proyecto al que recién le estaba dando el biberón. "Con Goyco y un tercer socio, Osvaldo Brigante, nos encontramos preparando el Complejo Buenos Aires Fútbol", contaba con entusiasmo.
Matías sigue teniendo 35 pirulos, pero hoy es lo más alejado que existe a un jubilado. Claro está que la recuperación de su lesión en el hombro izquierdo no se la cubre el PAMI: todo lo contrario, lo que distingue a este rejuvenecido Almeyda es ese perfil multifacético que lo ha hecho dueño de cada cuadrito de empleado del mes. Es el futbolista de rendimiento más parejo en este semestre de River, jugó de 8, de 5 y hasta de líbero, ad honorem se convirtió en líder fuera de la cancha y en técnico adentro, referente de los más pibes y confidente de Ortega. Y como si fuera poco, ahora abre las puertas de su complejo para que River pueda hacer la pretemporada. Sí, es el club del Pelado.
Si bien en un principio pintaba Salta como ciudad de pretemporada, Astrada -amén de que aún debe ser ratificado en el cargo- ya le bajó el pulgar por sus altas temperaturas y el escaso margen de tiempo que hay para trabajar, esto último a causa de que el plantel retornaría de las vacaciones el 4 de enero y el Clausura arranca el último fin de semana de dicho mes. El del Jefe es un discurso calcado al que ya adoptó Francescoli, la carta fuerte del candidato a presidente Rodolfo D'Onofrio.
Entonces, con la idea de hacer puerto en Baires y viajar sólo para los partidos de verano, se empezó a buscar un lugar que ofrezca las comodidades que requiere un equipo en plena puesta a punto. Y fue ahí cuando surgió la posibilidad de ir a este complejo de seis hectáreas, ubicado entre Nordelta y Villanueva, sobre la calle Italia, pegado al Lagunitas Golf. Cuenta con dos canchas profesionales -una de césped natural y otra de sintético-, cinco de fútbol 8, espejos de agua, un restaurante de 400 metros cuadrados, un hospedaje con 18 habitaciones dobles o triples, gimnasio, utilería, sala de kinesiología, todo chiche-bombón y a estrenar.
Justamente, puede ser River quien lo estrene en una pretemporada de 15 días. Dicen que Astrada ya estuvo analizando el lugar y quedó chocho con la calidad de su infraestructura, aunque también se sabe que difícilmente se cierre antes de las elecciones del 5 de diciembre. En todo caso, será uno de los primeros puntos a tocar por parte de la nueva conducción. Igual, tranquilos: si aparece algún inconveniente, siempre estará Almeyda para solucionarlo.
Fuente: Diario Olé
Un River decadente debe recuperar la grandeza
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