Le estoy agradecido a Dios y a la Virgen por este domingo que viví. Cuando ví que la pelota estaba en el aire, pedía que bajara. Fue emocionante. El changuito Ariel definió como le enseñé en Ledesma, je. Siempre le pedía que la tire por arriba, y le sigue saliendo bien. Lo bueno es que cada día se está poniendo mejor. Y en un par de fechas, cuando se pueda juntar con Gallardito y el gringo Almeyda, River será como Monzón: va a noquear en cinco minutos. Ojalá que Ariel tenga más partidos como éste. Todo se lo debe a la hinchada, que tanto lo apoya.
Fuente: Diario Olé