Fabbiani salió insultado y desafió a los plateístas pidiéndoles silencio. Al rato se mostró arrepentido, aunque aseguró: "No me voy a achicar porque me puteen...".
"Le pido perdón a la gente". Cuando todos sus compañeros ya se habían ido en patota, Fabbiani, que estuvo en el control antidóping y se baño solo en el vestuario, fue el único jugador en dar la cara para mostrar su arrepentimiento. Pero ya era tarde...
La relación entre Fabbiani y los hinchas de River ya se quebró definitivamente. La tribuna había dado el primer veredicto en el partido ante Chacarita con silbidos masivos y ayer ese humillante sonido se multiplicó, seguramente debido al polémico taco que tiró el delantero la semana pasada en el Gasómetro. Encima, el Ogro le echó una tonelada de leña al fuego del Monumental: mientras caminaba hacia al banco luego de ser reemplazado, se llevó el índice derecho a la boca y después, con su mano, le pidió a la mítica y exigente platea San Martín que se callara... "Salí caliente. Soy jugador de fútbol, estaba a mil por hora... Le pido disculpas a la gente. Lo que pasa es que no le estoy rindiendo al equipo y la misma gente que antes me aplaudía ahora me putea", explicó Fabbiani al retirarse del estadio.
Al ver las señas del Ogro, los hinchas explotaron y exteriorizaron aún más su bronca. No desde la popular, porque los muchachos de la cabecera no vieron el gesto, pero los plateístas se amontonaron detrás del banco para insultarlo. Y le cantaron a coro: "Fabbiani, hijo de puta, la puta que te parió".
Fuente: Diario Olé
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