miércoles, 14 de octubre de 2009

Ganarle a Boca no salva el año, pero a ganarle


Almeyda señaló que una victoria en el Superclásico no subsanará los fracasos que acumuló el equipo durante este 2009. Algo tan cierto como que es el triunfo que espera y exige todo el Mundo River.

A dos semanas del último partido relevante que le queda en este semestre al conjunto dirigido por Leonardo Astrada, Matías Almeyda indicó que “no se salva el año ganándole a Boca”, el próximo domingo 25 de octubre en el Monumental. Una apreciación más que cierta la del ídolo millonario, más aún si se tiene en cuenta la gravedad de los papelones que encumbró el equipo durante el 2009. Sin embargo, todo el Mundo River ansía con poder festejar aunque más no sea frente al rival de toda la vida.

Es que para ese partido no habrá malos resultados, rencores ni promoción que valga, sino la única ambición de volver a celebrar un triunfo que le es esquivo a La Banda desde hace ya dos años. Porque desde aquél 2-0 en el Monumental con goles de Falcao y Ortega durante el Apertura 2007, que luego derivó en el Día Internacional del Caño, River reflejó su pasar negativo también en los superclásicos. Las dos derrotas por 1-0 en el 2008 y el empate en La Bombonera en el último torneo Clausura son el precedente doloroso que marca la necesidad del hincha millonario.

Por eso, si bien un triunfo ante Boca no borrará los papelones que los jugadores supieron conseguir ni cambiará la realidad de un equipo que necesita una depuración urgente, el plantel debe concientizarse en que para millones de hinchas ese partido vale tanto como un campeonato. Quizá no para ellos ni para esos dirigentes que ahora, después de aprobar sus incorporaciones y renovarles los contratos, entran al vestuario escandalizados, como si no fueran responsables de su presencia en River. Pero sí para los hinchas, y es por ellos por quienes -al menos por una vez- deben sentirse en la obligación de demostrar desde adentro de la cancha que el Superclásico lo es todo.

Fuente: riverplate.com