miércoles, 9 de septiembre de 2009

Un planteo mediocre que costó otra derrota


Néstor Gorosito improvisó a varios jugadores en posiciones insólitas y perjudicó el funcionamiento a nivel colectivo e individual. En el segundo tiempo, fue más ofensivo y acomodó las piezas, pero ya era tarde.

Pocas veces en la historia a un técnico le quedó tan grande la conducción de River. Todavía nadie le encuentra explicación a la designación de Gorosito y, a medida que pasan los partidos, su permanencia resulta cada vez más irritante e inentendible. Es cierto que sacar lo mejor de este plantel es una tarea sumamente difícil, pero está claro que Pipo no es el indicado para lograrlo.

El planteo que realizó anoche fue realmente insólito, especialmente la elección del mediocampo. Miguel Paniagua no puede ser el 5 de River y mucho menos si por los costados no lo pueden ayudar de la mejor manera posible. Matías Almeyda aceptó jugar por la derecha porque ama la camiseta y quiere sacar del pozo al equipo, pero la realidad es que siempre tuvo tendencia a cerrarse, mientras que Diego Barrado venía rindiendo en el centro y le costó progresar sobre la izquierda.

River perdió demasiado tiempo sobre los costados. Diego Buonanotte no sólo tuvo que enganchar hacia adentro para avanzar por la derecha, sino que encima careció de socios para tener salida sobre dicho sector. A Barrado le sucedió lo mismo sobre la otra banda, con la diferencia de que Cristian Villagra se proyectó varias veces. Pero al ser diestro, siempre demoró en resolver o buscar apoyo en el volante.

De esa manera, Rosario Central controló fácilmente a River en la primera etapa y únicamente asumió precauciones cuando Ariel Ortega y Cristian Fabbiani tomaron contacto con la pelota.

Fuente: riverplate.com