El Granate ganó 1-0 y se metió en los octavos de final. El gol lo hizo Salcedo, a los 9 del segundo tiempo. El Millonario volvió a jugar mal y terminó con diez por la expulsión de Galmarini. Gorosito, otra vez en la cuerda floja.
El Millonario le sumó la temprana eliminación de la Copa Sudamericana con una derrota frente a Lanús. Derrota por 1-0 que concluyó en un global de 3-1 gracias al 2-1 del partido de ida.
La cancha pareció una pista de patinaje. Los jugadores de ambos bandos –pero especialmente los del Millonario- sufrieron y mucho la lluvia que cayó durante todo el día en el Sur. Así, las imprecisiones gobernaron el juego: Ortega no hizo pie, Blanco tampoco. Ocasiones de gol, pocas. Fútbol, nada.
River lució nervioso. Pipo también. De entrada, el DT recibió con insultos de la gente de Lanús por sus recordadas frases, la de “el 70 por ciento del Sur es de Banfield” y el “padre boludo, hijo boludo” dedicado a un plateísta que lo insultaba en Arias y Guidi. El Millonario casi no pateó al arco, y sólo probó con disparos desde media distancia de Fabbiani (jugó un poco más retrasado pero no gravitó) y de Díaz. La mejor del Ogro fue una asistencia milimétrica para Ortega. En esa jugada, Caranta cortó al Burrito con un penal que se comió Beligoy.
Iban apenas segundos y los del fondo del Millonario mostraron un nuevo cortocircuito: Cabral se cruzó con Navarro (ya se habían insultado en el primer tiempo) y también con Galmarini. Finalmente, el grito llegó a los 9, tras una media vuelta de Salcedo (si, justo Salcedo, quien había tenido un frustrado paso por Núñez) que no encontró resistencia en el arquero debutante. La suerte de River ya estaba jugada. ¿Y la de Pipo? Por ahora sigue, pero los próximos días serán claves para definir el futuro del cuerpo técnico.
Fuente: TyCsports
Un River decadente debe recuperar la grandeza
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