Un estudio médico comprobó que los fines de semana de los River-Boca aumentan los infartos. Mejor no sufrir...
Lo que estaba latente en el imaginario popular acaba de ser confirmado por datos estadísticos: los superclásicos gatillan emociones límite. Ni que hablar el de mañana. Según un estudio de la Sociedad Argentina de Cardiología, los fines de semana de los River-Boca los infartos aumentan hasta en un 400% con relación a un domingo cualquiera. La relación es exponencialmente trágica: a más sufrimientos, más episodios cardíacos.
"El año pasado hicimos un relevamiento en 13 hospitales públicos durante los días de los partidos y los dos subsiguientes. Los resultados testearon nuestra hipótesis", asegura el doctor Darío Di Toro, director del Consejo de Clínica de la Sociedad Argentina de Cardiología, quien impulsó el estudio tras un cambiante superclásico del verano del 2008. "Nuestro trabajo no es determinante. La idea es seguir cruzando datos a fin de profundizar las conclusiones". Como para engrosar el curioso orgullo nacional, el superclásico presenta un mayor porcentual de episodios cardíacos que las investigaciones realizadas en la Eurocopa 96 y el Mundial de Francia 98. El 15 de julio de ese año, en la definición por penales entre Argentina e Inglaterra, se incremento un 25% la cantidad de personas hospitalizadas en el Reino Unido.
Los especialistas indican que la única precaución posible es la referida al habitual cuidado cardíaco: control de presión, vida sana y ni medio cigarrillo diario. "Es imposible indicarle al paciente que no vea o que no escuche el partido. La vida está llena de emociones fuertes", asegura Di Toro, uno de los que inexorablemente sufre cuando se acercan este tipo de fechas. "Yo soy un optimista. Siempre creo en Boca y en San Palermo". En fin, otro factor de riesgo.
Fuente: Diario Olé
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