Cuando me fui de River no sabía la clase de institución que dejaba atrás. Y ahora que anduve por varios lugares del mundo, me doy cuenta de lo grande que es River". Guillermo Pereyra (29) está de vacaciones en Mallorca, ciudad que lo acogió cuando se fue de Núñez. Allí llegó desde Suiza (en los últimos cuatro meses jugó en el Young Boys), la única liga que con el libro de pases abierto después de su frustrante experiencia en el Lokomotiv ruso. Y su cabeza está otra vez en la Argentina, porque River e Independiente, entre otros, se interesaron por él.
Un River decadente debe recuperar la grandeza
Hace 21 horas