Ariel Ortega fue a Ezeiza y se está entrenando a la par de sus compañeros. Cuando se habla de retiro, tratamientos y demás, el Burrito volvió a vivir el fútbol. Está a las órdenes de Leo Astrada, en la cancha 2 del predio, y todo River contento.
La negativa de ayer por parte del Negro Astrada en el Monumental caló hondo en el Burrito y por eso hoy fue uno de los primeros en llegar a Ezeiza, un rato antes de las 9 cuando la práctica estaba pautada para las 9.30. Tiene ganas de seguir jugando al fútbol y, según le manifestó al cuerpo técnico, también de no desatender sus problemas personales, esos que el sábado lo hicieron bajarse del partido ante Lanús.
Ariel parecía de buen humor y esta vez sí pudo trabajar a la par de sus compañeros. Se cambió en el vestuario y participó en el sistema de postas con el que trabajó el resto del plantel como si nada hubiera pasado. Después fue al gimansio para fortalecer la musculatura y parece que hay buena onda como para que pueda reintegrarse y ser uno más. Algo difícil porque primero deberá resolver con profesionales idóneos su problema de adicción al alcohol.
Por ahora no hubo ninguna declaración por parte de Astrada, En radio Mitre, Hernán Díaz contó que sí hubo una charla con Ariel y que el jujeño se comprometió a resolver su problema para poder darle lo mejor al equipo.
Fuente: Diario Olé
Un River decadente debe recuperar la grandeza
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