Su pase parece estar condenado a los conflictos. Llegó de la mano de Simeone, en enero del 2008, a préstamo del famoso Locarno. Pero con una cláusula muy particular: River estaba obligado a comprarlo seis meses más tarde por 3 millones de dólares. Luego, hace poco más de un año, al mismo tiempo que se hizo uso de esa opción imperiosa en Núñez pusieron el 50% de su ficha en el paquete que le vendieron al Villarreal. Todos esos pasos generaron discusiones en la CD, pero ahora la bronca por la situación de Gustavo Cabral surge de otro lado. Desde el grupo empresario que lo acercó aseguran que el club nunca pagó el pase.
Los dirigentes saben que hasta existe la posibilidad de que el Sargento no se presente mañana en la vuelta al trabajo debido a ese reclamo. Pero como no es uno de los defensores preferidos de Gorosito, la intención es transferirlo y así sacarse el problema de encima. Con Gerlo borrado y Quiroga lesionado, si Cabral no sigue se complicará el panorama de los centrales: quedaría sólo Nico Sánchez con los pibes Musacchio y Coronel.