La última transferencia que generó ingresos fue la de Ponzio, en 2,5 millones de euros. Por eso, calculan que aún se necesitan 10 millones de dólares más para que el próximo balance cierre nuevamente con superávit, uno de los grandes objetivos que tiene la CD antes de dejar el poder. Con esa meta, y mientras los empresarios recorren el mundo ofreciendo a sus representados, no habrá peros si aparecen ofertas por Buonanotte, Ahumada, Falcao y siguen las firmas...
En el caso del colombiano, la reciente renovación del contrato no implica un impedimento para que se vaya. De hecho, su representante, Néstor Sívori, estuvo en Europa buscándole club. Y más: tanto el delantero (River tiene el 50%) como varios de sus compañeros desean emigrar, aunque chocan con la realidad del mercado actual, en el que se consulta mucho y se concreta poco.
El caso de Ojeda es un caso testigo: el arquero quiere pasar a un equipo en donde tenga continuidad y los dirigentes también pretenden transferirlo, pero por ahora no apareció el club que se lo quiera llevar. Otro de los objetivos de los directivos es desprenderse de aquellos que tienen contratos altos, como Ahumada y Rosales, dos por los que se esperan con ganas faxes oficiales. Ferrari, Cabral y Abelairas (Cyterszpiler acercará una oferta por él) son otros de los potables para ser transferidos, aunque River ya cedió los derechos económicos del lateral (3 millones de dólares por el 80% que poseía), y del central y el Pitu le queda el 50% (Villarreal tiene la otra mitad).
Fuente: Diario Olé