De parte de Pipo, además, hay una confianza ciega en lo que hace y dice el Chapa, y así se les fue dando lugar a los Tortuga Fernández, a los Keko Villalva, a los Mauro Díaz o a los Lucas Orban.
Los buenos resultados se ven en esos siete triunfos y ocho empates que lleva la Chaponeta, cuando en el anterior semestre se habían acumulados cuatro victorias, nueve pardas y cinco caídas. Así, pasó de 13° a 4° en la general.
El de Zapata es un equipo que alterna los arqueros (Chichizola y Marinelli) cada dos partidos y que se hizo sólido a partir de la defensa ("a Pezzella y a Coronel los estamos siguiendo", revela Pipo). Y salvo excepciones, no existen jugadores que bajen a Tercera sólo para no perder ritmo. Se busca, con esto, que el crecimiento sea de abajo hacia arriba.