jueves, 18 de junio de 2009

"Que Pipo me ponga donde quiera"

Ortega arrancó su cuarta etapa en el club: Se entrenó en Ezeiza y ya se puso la camiseta. "Volví a mi casa, acá soy feliz", dijo el Burrito, quien tendrá un plan especial de trabajo. Ortega volvió a entrenar una fría mañana a Ezeiza, mantuvo una breve conversación con Pipo antes de que el técnico diera la habitual charla que antecede a la práctica. "Siempre dije que es como si nunca me hubiese ido. Porque acá conozco a todos, me siento comodísimo. River es mi casa, es donde me siento feliz, donde me río, donde me pasan las mejores cosas", refleja Ortega, quien hace una semana firmó la rescisión de su contrato con Independiente de Rivadavia.

Pasaron los utileros, los médicos y kinesiólogos, que siguen siendo los mismos, más jugadores y un fuerte y sincero abrazo con Gallardo, ladero en épocas de gloria y con quien ansía trasladar esa química al verde césped. "Estando bien puedo jugar en cualquier posición, de delantero o de enganche. Que Pipo me ponga donde quiera", invita el Burrito y se ríe cuando se lo consulta sobre su estado físico: "Estoy mal, qué querés, je. Si hace un montón que no hago nada". El jujeño no tendrá asistencia perfecta en las prácticas, quizás algunas veces descansará, otras irá a correr por Palermo. Todo para que este tercer regreso termine como él tanto desea. "Con un retiro como el de Francescoli".