Gallardo volvió a tocar la pelota y comentó a la salida del vestuario que estaba bien y que no sintió ninguna molestia como sí había padecido en los días previos a entrar al quirófano, cuando debió ser operado por segunda vez de pubialgia.
El Muñeco, ansioso por ponerse a punto, el tiempo le dio la razón. Cada día está mejor.