Independiente 0
El clásico frente a Independiente era determinante para River, no tanto desde las posibilidades matemáticas que aún perduran, sino por la paz que determinaba el resultado que esta vez le fue favorable. El hall del estadio Monumental sería el lugar adecuado para albergar el descontento de la expresión popular societaria.
Con el triunfo sobre el Rojo por 2 a 0 y la clara superioridad expuesta en el campo de juego ante un equipo aún más golpeado que River, los jugadores superaron ampliamente el trabajo realizado en los últimos partidos. Haber quedado afuera de la copa y sin chances en el campeonato parece ser la mejor receta para afrontar los partidos sin presiones psicógicas asfixiantes y cargas emotivas.
River supo recuperar algo de las características de buen juego de Diego Buonanotte, pudo ver expresado el fútbol ascendente de Mauro Díaz, disfrutar de los juveniles con el aceptable debut de Lucas Orban y los minutos en cancha de Damián Lizio y Gustavo Bou. Diego Barrado, Oscar Ahumada y Radamel Falcao también hicieron méritos para subrrayar sus trabajos y Fabbiani para quedar otra vez en deuda.
Los dirigidos por Pipo Gorosito volvieron al triunfo tras una dura semana. Tímidamente hubo momentos de buen fútbol y los juveniles tuvieron su lugar en primera, ese deseo tan esperado por los hinchas que se transforma en ansiedad cuando un técnico no encuentra el rumbo.
Con todos los objetivos del primer semestre malogrados, será momento de que el técnico ensaye nuevos nombres, nuevos caminos para salir lentamente de este presente. Pipo esta vez, respiró aire fresco.
Con el triunfo sobre el Rojo por 2 a 0 y la clara superioridad expuesta en el campo de juego ante un equipo aún más golpeado que River, los jugadores superaron ampliamente el trabajo realizado en los últimos partidos. Haber quedado afuera de la copa y sin chances en el campeonato parece ser la mejor receta para afrontar los partidos sin presiones psicógicas asfixiantes y cargas emotivas.
River supo recuperar algo de las características de buen juego de Diego Buonanotte, pudo ver expresado el fútbol ascendente de Mauro Díaz, disfrutar de los juveniles con el aceptable debut de Lucas Orban y los minutos en cancha de Damián Lizio y Gustavo Bou. Diego Barrado, Oscar Ahumada y Radamel Falcao también hicieron méritos para subrrayar sus trabajos y Fabbiani para quedar otra vez en deuda.
Los dirigidos por Pipo Gorosito volvieron al triunfo tras una dura semana. Tímidamente hubo momentos de buen fútbol y los juveniles tuvieron su lugar en primera, ese deseo tan esperado por los hinchas que se transforma en ansiedad cuando un técnico no encuentra el rumbo.
Con todos los objetivos del primer semestre malogrados, será momento de que el técnico ensaye nuevos nombres, nuevos caminos para salir lentamente de este presente. Pipo esta vez, respiró aire fresco.