Racing 1
River 0
Fueron 14 los días que River tuvo para reeplantearse y ponerse a tono con la seguidilla de compromisos que tendrá el equipo en 28 días, 8 partidos en ese lapso, buena oportunidad para poner en forma a jugadores, estudiar a los rivales y así sobrepasar la carga de encuentros que genera la copa y el campeonato.
River llegó a Avellaneda con la idea fija de alcanzar lo más alto de la tabla y compartir la punta con un descarado Colón con aires "Turcos". Racing y Caruso Lombardi debían echar mano a lo poco que tienen en calidad de jugadores desde lo técnico y desde lo anímico, aunque en este caso, cabe la frase "nada mejor que un roto para un descocido".
Pipo Gorosito sostiene al equipo en base a triunfos agónicos y oportunos desahogos de los hinchas que emprenden su habitual procesión de cada domingo, o en este caso, del sábado. El primer tiempo del clásico más antiguo del fútbol argentino tuvo a Racing exponiendo las cualidades que mejor le asientan a su presente y a su técnico: La lucha y la picardía. Y encontró a un River inocente, dispuesto a entrar en ese juego que proponía el rival, sin margen para leer el juego, ni sus jugadores ni principalmente, su técnico.
Entonces, es díficil tirar el carro para adelante cuando medio equipo lo tira para atrás. Augusto Fernández no pudo ser la opción por la derecha, su lesión le dio lugar a Barrado en el equipo para poner en evidencia el murmullo que se siente en las tribunas: Mucha camiseta. Mucha casaca para él y para Archubi, también para Abelairas y Rosales. Generosa es la vida al darles la oportunidad de vestir tamaña camiseta, al igual que a los centrales, sea cúal fuere, Sánchez, Cabral o Quiroga, o nos vamos más atrás aún: Barbosa.
A River no lo salvó ni Gallardo, quién ya se acostumbró a cambiarle la cara al equipo en el complemento. Y no contó con Falcao, la bandera de este River, que hubiera cambiado el marcador trás la ventaja de Racing de la mano de Luguercio.
La lesión de Cabral le restó un cambio a Gorosito desde lo táctico, el que tuvo que poner en cancha a Quiroga, y Buonanotte que sigue decayendo y entregando su lugar a un Gallardo que tendría que haber ingresado por Augusto Fernández en el primer tiempo. Error de Gorosito teniendo en cuenta la punta que buscaba.
Asi no se puede, sin compromiso, sin ideas y sin actitud para mandar al equipo adelante, difícil será que River pueda pelear el campeonato. Si no se replantea las cosas, tanto la copa como el campeonato habrán sido una ilusión una vez más diluida.
Un River decadente debe recuperar la grandeza
Hace 21 horas