domingo, 19 de abril de 2009

Casi casi..

Boca 1
River 1

Era un partido aparte, tanto para River como para Boca. Ambos equipos llegaban devaluados física y futbolísticamente, con la ausencia de Riquelme y con Falcao que finalmente pudo estar desde el arranque.

La gente de River, amontonada en la tribuna más alta que da al Riachuelo, comenzó a observar la buena predisposición del equipo para no ceder espacios al rival. La solidez de la defensa sorprendió a más de uno, Gustavo Cabral y Nico Sánchez se entendían a la perfección y en el mediocampo Ahumada sentía la compañía de Nicolás Domingo, para frenar las envestidas de Chávez y Gaitán.

Hasta los primeros 20 minutos de juego los dirigidos por Pipo Gorosito mostraron presencia, Boca comenzó lentamente a llegar al arco de Vega, mientras que en River, Falcao y Fabbiani seguían pasando inadvertidos como lo harían durante todo el partido.
Sólido en defensa, batallador en el mediocampo y mezquino en ataque, River estuvo retrasado 10 metros en el campo. Pendiente de anular al rival, se olvidó de buscar el triunfo o al menos, ganar metros en el campo rival para estar más cerca del arco de Abbondancieri. Respetó mucho a Boca, como jugando a empatar.

Vega tardó en reaccionar ante el remate de Palermo desde lejos a los 14 minutos del complemento, que le daría a los Xeneixes el primer grito del partido. Luego parecía que los de Ischia definirían el encuentro pese a no tener grandes situaciones de gol, pero con el ingreso de Buonanotte y Rosales, River tomó color y el partido fue otro. El mérito fue de Gorosito al leer bien el partido.

Buonanotte cambió el ritmo del equipo y tras una falta que le cometieron al Enano, llegó el tiro libre de Gallardo que cambíó por gol, para dar respiro e ilusión a la parcialidad visitante que se acercó hasta la Bombonera luego de su aventura por conseguir un lugar en el superclásico.
Después, en los pies de Falcao, River tuvo la posibilidad de ganar en la Bombonera tras 5 años sin victorias, pero el colombiano no le pegó por arriba del arquero ni trató de eludirlo, remató apresurado ante la salida de Abbondancieri y la pelota se fue lejos del segundo palo.

River lo tuvo para ganar y desperdició otra oportunidad de llevarse los 3 puntos de la Boca. El Millonario sigue perdonando a su eterno rival, ya es una costumbre. Esta ves, el arbitraje fue imparcial, Bassi no se dejó influir por el entorno y tuvo una tarde tranquila.
Con el final del encuentro, Gorosito se fue relajado al vestuario. Su equipo se llevó un punto de la Bombonera y de esta forma, se sacó el problema que podría haber originado una derrota en el superclásico.Ahora hay que seguir adelante, Gorosito debe tratar de sacar a la luz las virtudes que tenga este equipo y pelear el campeonato hasta el final.

River sigue en pie aunque a veces, da la sensación de ser un equipo abatido. Por ahora hay que esperar, todavía hay chances en el campeonato, vida en la copa y esperanzas en sus hinchas.