San Lorenzo 5
River 1
Un River deslucido, lejos de aquel equipo que esperaba ver el hincha en esta fecha, se paró frente al rival que quiere hacer de estos partidos, algo más que un clásico.
Los de Gorosito entraron por demás relajados ante un San Lorenzo que aún se nutre del estigma que provocó la fatídica y desventurada noche del 08-05-08, fecha de la vergonzosa eliminación de River por Copa Libertadores.
Es que mientras llegaban los goles de San Lorenzo, tan tempranos como la idolatría que envolvió a Cristian Fabbiani, el mundo Riverplatense comenzó a despertar de esta novela de equipo renacido tras tres triunfos consecutivos, con Ogros superhéroes al que los medios sobredimensionamos de manera exagerada.
River no supo lastimar al rival ni adaptar su defensa a las arremetidas de San Lorenzo, que no dejaba de golpear duro por todas partes, con Gonzalo Bergessio como líder moral y futbolístico del equipo Azulgrana. Nicolás Sánchez y Gustavo Cabral tuvieron la peor tarde desde su llegada al club, al igual que Ojeda al que le convirtieron cada vez que le llegaron. Oscar Ahumada, ese que habla más de lo que juega, estuvo en cancha 45 minutos regalado gracias a un piadoso Sergio Pezzotta. Matías Abelairas sigue siendo un agraciado al mantener la titularidad, sólo el sacrificio de Radamel Falcao y la constante búsqueda de Augusto Fernández quedan exentos de esta crítica.
River no supo reaccionar, ni siquiera con los pesos pesados que Pipo Gorosito hizo ingresar en el segundo tiempo. Ni Fabbiani ni Gallardo pudieron cambiar el resultado que ya era holgado antes de sus ingresos, el Ogro y sus célebres 97 kilos participaron poco, y el Muñeco con su jerarquía tampoco pudo hacer mucho.
Será cuestión de seguir trabajando, no subestimar a los rivales, obviar los elogiosos ecos de la prensa y empezar a armar un equipo con carácter, algo que frente a San Lorenzo podía haber nacido y no sucedió.
Un River decadente debe recuperar la grandeza
Hace 21 horas